Sendas cartas enviadas en días atrás por las principales comercializadoras del banano en Centroamérica a los retaliers norteamericanos: Dole, Chiquita Brands, Del Monte, informaba de un incremento de entre $1,76 a $2,00 el incremento de la caja de banano por razones de fuerza mayor.

 

Esta decisión de fuerza mayor tiene que ver con los severos daños causados por los huracanes IOTA y ETA, en los primeros días del mes de noviembre a los países de Nicaragua, Panamá, Colombia, Guatemala, Honduras, México y en menor grado a Costa Rica.

 

La fuerza de la naturaleza ha dejado devastadas las plantaciones bananeras y su infraestructura en mas del 75% para el caso de Guatemala y Honduras y en porcentajes menores a los otros países. México la zona de Tabasco ha perdido aproximadamente 7 mil ha., que tomarán un buen tiempo su recuperación.

 

Este escenario de penuria para las empresas transnacionales de la fruta mas vendida en el mundo las llevó a plantear este incremento, que viene hacer algo así como una contribución especial de los consumidores para beneficio de los comercializadores.

 

Pero en este juego de intereses no se esta considerando al productor de banano sino es el comercializador el que gestiona esta tasa de contribución para su beneficio que le permitirá invertir en infraestructura y revertir los daños causados por los huracanes.

 

Mientras tanto el precio de la caja en campo para el productor seguirá manteniéndose represado pese a todos los avatares que sufre por igual y con menos capacidad de gestión para resarcirse de los daños que la naturaleza le ha infligido.

 

Este mismo argumento de fuerza mayor debería invocarse para el caso de los retaliers en Europa, con el añadido de que el beneficio del incremento vaya a los productores y puedan gestionar la sostenibilidad y sustentabilidad de la producción del banano que exigen los europeos.

 

Sin embargo, conocemos de la mala negociación realizada por las transnacionales de comercialización de la fruta, con los retaliers europeos que el beneficio que logren con los retaliers de Norteamérica servirá como un subsidio cruzado para los consumidores de ese mercado.

 

Pero como siempre el mayor perjudicado de esta pésima negociación que debierá ser revisada por las autoridades europeas, será el productor latinoamericano que volverá ser sacrificado como cena navideña y no podrá remontar su estado calamitoso como resultado de la pandemia del COVID 19 y el azote de plagas como el FOC R4T, que los obligan a mantenerse en máxima alerta.