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El Clorpirifós y la cochinilla harinosa una asociatividad peligrosa para el racimo de banano

Nombre científico: Pseudococcus elisea, mas conocida como cochinilla harinosa, es un insecto oval y sin alas que se encuentra en climas cálidos o templados. Su cuerpo esta blindado por una fina capa de cera con aspecto harinoso que les da una apariencia algodonosa. Es una plaga que tiene varios hospederos entre ellos los bananos, plátanos y otros frutales. El daño es causado por sus largos y afilados aparatos bucales (forma de estiletes), que insertan en los tejidos vegetales chupando la savia.

 

Los síntomas son una reacción a las sustancias tóxicas que inyectan en las plantas mientras se alimentan. A la planta llegan por varias vías, pero tienen un maridaje con las hormigas que ayuda a su desplazamiento. Su control es uno de los más difíciles y se conoce desde la década del 40 del siglo anterior que cuando se buscaba proteger el fruto de la herbácea de banano se lo hacía con sacos de yute, fundas de papel etc.

 

Las también llamados cochinillas o piojos harinosos o algodonosos incluyen un elevado número de especies que causan daños considerables en la parte aérea y en la raíces: Pseudococcus elisae; Pseudococcus jackbeardsleyi; Pseudococcus landoi; Pseudococcus longispinus; Pseudococcus peregrinabundus. Además de facilitar el desarrollo de los hongos Capnodium spp y hongos de la familia Meliolaceae, que producen la fumagina. Las colonias que se multiplican de estos insectos ocasionan deterioro y daño cosmético a las frutas (Osorno, M. y Mejia, G). Las cochinillas generalmente son transportadas por hormigas, por esto se recomienda doblar bien la hoja corbata para que no sirva de vía de acceso al racimo. 

Control de insectos plagas con insecticidas

Desde hace mas de cincuenta años el control de la cochinilla arenosa se lo había venido haciendo con el órgano fosforado Clorpirifós, pero este insecticida tenías serio cuestionamiento por la comunidad científica y por los consumidores al ser identificado como un potencial cancerigeno. Finalmente, en el 2019 Europa y otros mercados decidieron no autorizar su registro por lo que la industria bananera se ha quedado sin una herramienta que, si bien era eficaz para el control de la cochinilla, tenía un historial de daños a la salud y el medio ambiente que terminaron por hacer que su registro expire.

 

Sin embargo han surgido otras moléculas de insectiicidas amigables para la salud de los consumidores y sosteniblemente amigables con el medio ambiente, según nos ratifica el Ing. Julio Hasing, Gerente General de Tharsa, empresa que desde 1974 de la mano de su fundador Ing. Tomás Hasing, emprendió el desarrolló comercial de fundas plásticas impregnadas con el insecticida plástico “masterbatch”, constituyéndose en la actualidad en una estrategia de control de esta plaga con un uso mayor cada vez.

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