La diversificación de la oferta exportable del Ecuador, como solución a la convulsión social y económica que atraviesa
El panorama político económico actual nos lleva a
buscar nuevas estrategias que no solo persigan, la reducción agresiva del déficit
fiscal, que involucró el despido masivo de servidores públicos, la eliminación
del subsidio a los combustibles y la implementación de políticas económicas que
tienen como objetivo incentivar a través de remisión y condonación de
impuestos, multas e intereses a las empresas que colocan su producción a nivel
nacional o internacional; sino también estrategias que permitan atraer
Inversión extranjera en sectores claves, diversificar la oferta exportable,
crear nuevas plazas de trabajo e incrementar el ingreso de divisas que tanta
falta le hacen al país.
A esta situación hay que agregarle los
múltiples factores externos que también han afectado nuestra economía como la
disminución del precio del petróleo, principal producto de exportación, la
reducción de la participación del banano ecuatoriano en el mercado Europeo y
americano (Mercados con mayor poder adquisitivo) y las sanciones impuestas por
el Gobierno Chino a las empresas exportadoras de Camarón más grandes del país,
sin contar otros factores que podrían perjudicar a futuro la productividad de
estos dos últimos productos, como el Fuzarium Raza 4 en banano y la mancha
blanca en camarón.
Si el Ecuador se caracteriza por ser un
país cuyo sector productivo ha sido históricamente primario exportador y los Planes
nacionales del Buen Vivir creados e implementados bajo el gobierno de Rafael
Correa no fueron suficientes para cambiar esta dinámica, es hora de fortalecer
el sector primario a través de políticas e incentivos que impulsen al productor
a invertir en nuevos cultivos como Aguacate, Maracuyá y Pitahaya.
En el caso de la Pitahaya, esta se
convirtió en el ícono de desarrollo del cantón Palora, en Morona Santiago, zona
que históricamente a pesar de gozar de una gran riqueza en minerales, ha estado
sumergida en la extrema pobreza y que ha visto como el nacimiento de la
producción de esta fruta exótica, se ha convertido en su principal aliciente
económico, además de aportar al tan necesario ingreso de divisas derivadas de
su exportación principalmente a mercados como USA y Singapur (El Telégrafo,
2015).
En el caso puntual del aguacate, lo
rentable de esta fruta exótica esta llevando a muchos productores a nivel
mundial a reconvertir sus cultivos, por ejemplo la sobreoferta de cítricos ha
sido la oportunidad perfecta para que productores de Valencia / España más allá
de renunciar, vean en la producción de esta fruta exótica una de sus mejores
inversiones en el largo plazo (Lasexta, 2019).
Otro ejemplo muy cercano que tenemos es
el de Colombia, donde se ha implementado un plan agresivo para ser los segundos
productores de Aguacate a nivel mundial para el 2040, sacando el máximo
provecho del proceso de pacificación que atravesó este país luego de la firma
del acuerdo de Paz con la Guerrilla de las FARC, el cual le ha permitido
aprovechar grandes extensiones de tierra que años atrás eran territorio de
estos grupos subversivos (Freshplaza, 2019).
Según un estudio de aguacate realizado
por ProColombia en septiembre de 2019, esta industria naciente tiene algunos
casos de éxito de inversión extranjera, atrayendo industrias como: Green Fruit
Avocado (USA), Camposol (Perú), Rans (Corea del Sur) y Westfalia Fruit
Colombia, guiados principalmente por su creciente demanda a nivel mundial, por
la cual se la conoce ahora como el Oro Verde.
Esta fruta exótica tiene a USA como su
principal mercado, cuya demanda alcanzó su punto más alto en la historia en
Agosto del 2019, y las razones son varias: es versátil (se puede usar en muchos
platos); los restaurantes lo incluyen cada vez más en sus menús y se ha vuelto
más popular en la cocina de las casas, gracias a la expansión de la Gastronomía
mexicana en el mercado Americano (BBC, 2019).
En el tercer ejemplo destaca Perú, país que ha
implementado un Plan de exportación agresivo denominado “PENX Plan Estratégico
Nacional Exportador 2025”, cuyos principales objetivos estratégicos son la
Internacionalización de la empresa y diversificación de mercados, la creación
de una oferta exportable diversificada, competitiva y sostenible, la generación
de capacidades para la internacionalización y consolidación de una cultura
exportadora que incluyen estrategias como la creación de clínicas de asesoría
especializada para la mejora de la gestión de las Pymes exportadoras y con
potencial exportador y el banco de proyectos para la investigación y desarrollo
de oferta exportable potencial de la biodiversidad, entre las más importantes.
Es transcendental destacar que iniciativas como
esta, han puesto al desarrollo económico de una nación, por encima de cualquier
diferencia política e ideológica, dándole continuidad a tan importante
proyecto, independientemente el mandatario de turno, situación que es muy
difícil replicar en Ecuador (Mincetur Perú, 2015).
Si tomamos en cuenta estos tres grandes
ejemplos, estamos ante una evidente solución a nuestra crisis económica, la
cual solo tiene que ser fortalecida por parte del Gobierno Ecuatoriano, que
según cadena nacional del día 7 de Octubre del 2019, en la que se entrevistó al
Vicepresidente de la República, Otto Sonnenholzner y al Secretario Presidencial
Juan Sebastián Roldan, “No saben qué hacer para ayudar a los agricultores a
nivel nacional para que su producción sea sostenible y rentable”.
Aunque brevemente hablaron de la posible
inversión en la Universidad Yachai para que sirva de apoyo en el desarrollo de
nuevas variedades de semilla que optimicen la producción de productos
tradicionales en Ecuador, iniciativa que de seguro tendrá buenos resultados en
el largo plazo, pero que sería de mucha más importancia si se desarrolla por
ejemplo una nueva variedad de banano resistente al Fuzarium Raza 4,
fortaleciendo la sostenibilidad de uno de los principales productos que
conforman la oferta exportable del Ecuador.
Si la solución no está en cambiar el
aparato productivo de extractivista primario exportador a una industria de
bienes y servicios con alto valor agregado o incentivar tributariamente a
sectores tradicionales, por el déficit fiscal que este último también genera,
es el momento idóneo de invertir en la expansión tecnificada de productos con
alto potencial de exportación como aguacate, pitahaya, maracuyá etc.
Y a su vez incentivar al inversionista
nacional o extranjero a apostar por su producción dentro del país, con
alicientes similares o parecidos al de la ley de fomento productivo, donde las
famosas ZEDE sean también aquellas zonas económicamente deprimidas, con un alto
potencial agrícola, donde solo y únicamente se incentive tributaria y
financieramente la producción de productos no tradicionales con alto potencial
de exportación, como estrategia que permita atraer inversión extranjera,
diversificar la oferta exportable, crear plazas de empleo y generar el ingreso
sostenible de divisas que tanta falta le hacen al país.
Sobre el autor: Jorge Luis Vallejo Vera, Máster
en Economía Internacional y Negocios en la Universidad de Szeged/Hungría. 10
años de experiencia profesional con participación en múltiples consultorías,
ayudando a tener un panorama claro de la estructura productiva primaria en el
Ecuador. Actualmente gestiona oportunidades de exportación banano a nivel
mundial.
Correo: jorgelvallejov@gmail.com
Website: www.jorgelvallejov.com