La salida de la Ing. Tanlly Vera Mendoza, del MAG, una cuota política y regional de la provincia de Manabí, uno de los bastiones que le dio el triunfo a Lasso, a su ascenso a la presidencia de la República, solo demuestra algo que para todos era ya conocido, el ministerio de agricultura y ganadería, es un ministerio político, pero sobre todo es un ministerio conflictivo donde se conjugan muchos intereses económicos nada fáciles de conciliar y manejar.

Esto ha quedado demostrado en el manejo de la crisis del arroz y el banano sin mencionar los otros cultivos, caña, maíz entre otros, que le tocó manejar a la Ing. Tanlly Vera sin la experticia técnica. Ella no es una profesional agrónoma, que es lo que muchos productores cuestionaron cuando Lasso, la designó a esa cartera, sin embargo tiene a su haber una vastísima experiencia como productora de ganadería y plátano, que no le alcanzó para hacer un manejo eficiente de los problemas que el sector agropecuario arrastra de décadas.

El sector arrocero y bananero, los pequeños productores de estos dos sectores tenían un reclamo puntual a la ministra y al presidente: el respeto al precio oficial prometido en campaña. Esto no se les ha podido cumplir y fue el inició de la conflictiva relación con la funcionaria que, entre reuniones de acercamiento y compromisos fallidos, el tiempo se le fue sin que pudiera conjurar la caída de los precios de los productos en el mercado spot.

Aquellos que buscaron la salida de la ministra no se si están consciente que esto no soluciona el problema agropecuario del país que tiene que enfocarse en una agricultura empresarial y dejar el viejo esquema de la finca o chacra. Tiene que ir a producir en escala para bajar costos significativos y salir con fuerza a promocionar sus productos en los diferentes mercados, como lo están haciendo los bananeros con la participación en ferias importantes como la Fruit Atracttion 2021, en los mercados de Europa, Asia, Medio Oriente.

La designación del Ing. Pedro Álava González como nuevo ministro del MAG, si bien aterriza esta estratégica cartera del desarrollo nacional en un profesional de gran trayectoria y valía no disipara la niebla visionaria que arrastra el país. Necesitamos tomar el “toro por los cuernos” como se dice en el argot popular. Sino tendremos siempre los mismos problemas coyunturales de precios políticos que lo que hacen es quemar a los ministros de agricultura y no importa los palmares con que llegue el profesional que llegue sino hay una cultura de producción competitiva en el que la productividad y el mercado vayan de la mano. La oferta no puede estar divorciada de la demanda y mas si hablamos de productos de exportación.