¿Vive realmente una crisis el sector bananero nacional?
Dicen que no hay peor ciego que el que no quiere ver. Eso precisamente
es la figura que mayormente se ajusta al gobierno nacional. Pese a las
innúmeras voces de los protagonistas del sector bananero que están así de
cerca, como si dijéramos de la ceja al ojo para caer en default es decir en
moratoria de pagos con todos sus acreedores como resultado de la caída del
precio de la caja de banano que esta por los suelos, el gobierno se empeña en
decir que no pasa nada, que es cosa de los privados, de cada quien y que se
busquen tanto productores como exportadores, la solución.
Ya los quiero ver queriendo apaciguar la ira social que puede provocar
la quiebra de los bananeros nacionales, porque esto va hacer una caída brutal,
un efecto domino en el que sálvese quien pueda no esta lejos de alcanzarnos a
todos.
Y digo a todos porque siendo una industria en la
que se emplea tantas miles de mano de obra, directamente son mas de 250 mil
plazas, sume a ellos 4 empleos adicionales en cada una de las facetas de la
cadena del clúster llegamos fácilmente al UN MILLÓN de empleos.
Creo que es una medida miope, irresponsable, contradictoria no querer
escuchar los planteamientos de los productores. El gobierno nacional a través
de sus ejecutores y administradores debería presentar un plan de rescate a la
industria del banano pero no con medidas parches o salidas de la coyuntura de
la actual crisis, sino soluciones globales que hagan verdaderamente sustentable
el negocio bananero para los pequeños, medianos y grandes productores.
El presidente dijo olímpicamente que no saldría al rescate de los
exportadores y a lo mejor con estas frases se granjeo algunos aplausos, mas
cuando dijo que el dinero del pueblo, es para el pueblo. No sabemos exactamente
a que se quiso referir el señor Lasso, con los dineros del pueblo son para el
pueblo. Pregunto ¿acaso los productores bananeros, trabajadores agrícolas y los
mismos exportadores no son pueblo? Creo que la presidencia lo ha hecho adoptar
palabras populistas y anodinas, repetidas mil veces por los gobernantes de
turno pero que no son palabras de un verdadero estadista.
Mientras que Perú, declara en emergencia al agro acá preferirnos mirar a
otro lado y fomentar la crisis desatendiendo el problema. En esa misma tónica
se han expresado los ministros del MAG y Producción.