Más del 70% de los pequeños y medianos productores de banano del país han optado en el 2023 no firmar contratos para la venta de su fruta con los exportadores. Los productores esgrimen la mala experiencia de años anteriores y en especial la del 2022, en que la mayoría de los contratos se cayeron en la semana 8, luego de la invasión de Rusia a Ucrania.

Los exportadores justificaron el incumplimiento a un acontecimiento de fuerza mayor como lo era el conflicto armado que trastocó la colocación de la fruta ecuatoriana a uno de los mercados mas prometedores y fuertes como el ruso hasta donde se destina el 22% de la producción nacional. Desde la semana 8 hasta la semana 30 del 2022, la caída del precio de la caja de banano fue dramática para los bananeros en general porque el excedente que se genero por no poder llegar con la fruta a Rusia y a Ucrania, causó una sobreoferta que gravitó fuertemente en el desplome de sus economías.

Fueron muy pocos los exportadores que pudieron sostener la compra de la fruta de los respectivos contratos firmados a finales del 2021 o en las primeras dos semanas del 2022. Más del 90% de las firmas exportadoras cayeron en default. Los productores si bien entendían el problema que aparejaba la guerra no entendían como esto afectaba los otros mercados, especialmente el de Europa, que no debió verse afectado porque generalmente la fruta que va para Rusia, Ucrania y países bajos es una fruta que no es muy exigente en certificaciones y los países de la Unión Europea no acceden a esta fruta. Felizmente el marasmo de la guerra no debilitó el mercado ruso el decrecimiento al final del 2022, de este mercado fue de apenas -3% con relación al 2021.

Con la espada de Damocles de una guerra Rusa – Ucrania, que amenaza con extenderse en el tiempo, una inflación galopante en las principales economías mundiales e insumos caros: fertilizantes, plásticos, cartón, la opción de firmar contratos anuales no es la mejor recomendación que haría un analista financiero al sector productor de banano. La mayoría de los productores se han venido beneficiando de una mejora del precio spot de la caja a partir de la semana 31 del 2022, que promedió un spot para el año de USD $7,20. Los productores afirman que este margen si bien cierto es 95 centavos arriba del PMS del año anterior tampoco les ha significado ganancia debido a la caída de la producción en finca por el excesivo clima frio del verano pasado que se extendió hasta finalizar el año. El alto precio del spot de la caja de banano se dio más por una contracción en la producción que relantizó la oferta no solo de Ecuador sino de toda la región de Centroamérica y otros países productores de banano. Esto también ha coincidido con una menor demanda de los mercados.

Enero del 2023 se ha caracterizado por un precio spot alto en promedio USD 11,50, que sin embargo está dentro de las expectativas de la temporada alta. Febrero los primeros cuatro días la tendencia alcista se mantuvo pero abruptamente el 6 de febrero, el precio cayó de USD 11,00 a USD 9,00. De allí en adelante hasta la redacción de este artículo el 19 de febrero el precio oscilaba entre los USD 9,00 y USD 10,00.

Cabe destacar que el MAG ha hecho esfuerzos por acercar a los productores de banano a la firma de contratos extendiendo incluso los plazos para la firma de los mismos. El último plazo que se dio fue hasta la semana 8, coincidiendo con el inicio de la invasión de Rusia a Ucrania, en febrero del 2022. El sector exportador al parecer si ya no se da la firma de los contratos da por sentado que el 2023 será un año de compra spot del banano. Sin embargo solicitan que el MAG de las facilidades para poder operar la comercialización bajo esta modalidad aceptando como referencia el respaldo de la caución entregada o algún otro mecanismo.

Los productores bananeros han sido los más reacios esta vez a firmar los contratos y para firmar han puesto como condicionamiento que el exportador reconozca un dólar adicional al precio fijado por el gobierno a la caja de banano para el primer semestre de este año. Franklin Torres, presidente de FENABE, en declaraciones a un medio de comunicación escrito ha dicho que esto en algo a destrabado el entuerto y algunos productores han accedido a la firma de los respectivos contratos.

Los productores bananeros cuestionan también la letra pequeña de los contratos que casi hacen recaer sobre ellos descuentos ilegales como la evaluación de la fruta, gastos administrativos. Los contratos también ha perdido credibilidad porque casi siempre quienes los firman son testaferros, representantes fantasmas de compañías igualmente fantasmas que cuando hay líos no hay a quien responsabilizar. Torres aclara, que a los productores les gustaría formalizarse pero no hay las condiciones de respeto que el sector busca empezando por esclarecer que el precio mínimo de sustentación no es un precio techo sino un precio de inicio o referencia para cuando el mercado mejore revisar al alza esos contratos beneficiando al productor con un mejor precio de mercado.