
SEGUNDO ORDOÑEZ GALARDONADO POR LA ONG: FRONT LINE DEFENDERS
Este ecuatoriano que
para la gran mayoría en el país no es más que un hombre afro sin mayor repercusión,
sin embargo, ha sido el hombre que denunció la esclavitud moderna, que ejercía
la multinacional japonesa Furukawa, sobre cientos de campesinos productores de Abacá,
en la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas.
Aquí en Ecuador, este
histórico premio ha pasado desapercibido y es que Segundo Ordoñez, fue uno de
los cinco galardonados por la ONG Fron Line Defenders “por resistir y abordar
enormes desafíos” al denunciar la esclavitud moderna en Ecuador, por eso su
lucha ha sido reconocida en Europa.
Furukawa, es una
empresa japonesa que llegó a Ecuador en 1963, en el anterior siglo, para
dedicarse al cultivo y explotación de una musácea poco conocida muy parecida al
plátano, que se llama Abacá, de la que se fabrica papel moneda y que luego se
exporta a los Estados Unidos y Europa.
Esta empresa que por
su constitución de extranjera ha pasado desapercibida de los radares de los
organismos de control y del Ministerio de Trabajo, sólo así se explica que
hayan podido mimetizar o invisibilizar una trama de esclavitud en pleno siglo
XX y XXI, y que recién ahora gracias a la denuncia de este hombre afro Segundo
Ordoñez, se conozca la oscura historia y se haya podido sentar en el banquillo
de los acusados a los principales directivos de la empresa.
En 2019 la empresa
japonesa Furukawa, fue denunciada por 106 trabajadores que alegaron tratos
inhumanos y pagos de salarios por debajo del salario básico mediante el sistema
de tercerización. Desde ese momento la lucha ha sido a brazo partido de estos
106 héroes anónimos en la que se destaca la figura de Segundo Ordoñez, que hoy
esboza una sonrisa al sostener la estatuilla que le otorga del Front Line
Defenders.
Segundo, sin embargo,
de sentirse gozoso también se muestra preocupado, piensa en lo que se viene. “Me preocupa qué puede suceder a partir de
ahora. Solo quiero que estos juicios no queden impunes, porque ya tenemos
derechos. Ya conocemos nuestros derechos. Venimos en esta lucha desde hace
cinco años”.
Patricia Carrión, una abogada de la Comisión Ecuménica de Derechos
Humanos que lo acompaña, cree que esta puede ser una buena oportunidad para dar
a conocer “la vulneración de derechos que suceden en el Ecuador, en las
empresas, en el campo, en la agroindustria…”. Y añade, minutos después de
recibir el premio: “Es un llamado de atención profundo al Estado; tiene la
obligación de garantizar reparación y justicia”.
Front Line Defenders lleva otorgando estos galardones desde
2005 para rendir homenaje a la labor de quienes contribuyen de forma “destacada
y valiente” a la defensa y protección de los derechos humanos. A menudo,
asumiendo un riesgo muy alto.
“Esta mañana celebramos a cinco inspiradores defensores de
los derechos humanos de todo el mundo”, compartió este viernes en sus redes
Olive Moore, directora de la organización. “Estos activistas son nuestra mejor
oportunidad para resistir, contrarrestar y abordar los enormes desafíos que
tenemos a nivel mundial”. Moore también congratuló a los otros cuatro
premiados: Olivier Bahemuke Ndoole (República Democrática del Congo), Jeany
‘Rose’ Hayahay (Filipinas), Digital Security Lab Ukraine y Hala Ahed
(Jordania).
La lucha contra la empresa japonesa Furukawa, no ha sido
fácil. Los denunciantes 106 en total han tenido que sortear toda suerte de
contratiempos y muy especialmente el hecho de que la gran mayoría de los que
denuncian son personas analfabetas, pone más lastre y dificultad al tinglado
legal.
Segundo Ordoñez, cuando llegó de su natal Esmeraldas a lo que
hoy es la provincia de Santo Domingo de Tsachilas, sólo tenía 11 años. Había
quedado huerfano con apenas 8 años y era el menor de 11 hermanos con pocos
recursos para alimentarse. Aunque estaba en edad escolar su situación le
impedía asistir y su preocupación fue trabajar duro para ganar 40 sucres cada
quincena en esos tiempos, que apenas sumaban 38 dólares al cambio de la época.
Ordoñez narra al medio de comunicación El País, de España,
que ha sido el único medio que se ha interesado por el drama de los esclavos de
Furukawa, que salir de la plantación tampoco era una opción. Según lo han
narrado decenas de demandantes, la empresa cerraba la puerta carrozable con candado
de lunes a domingo.
El trato a los trabajadores era inhumano y denigrante
aseguran la gran mayoría de los que han vivido la experiencia del trabajo
forzado y esclavizante de esta empresa japonesa. Sin embargo denunciar estos
tratos no era fácil porque la gran mayorá dependía del sustento para sus
familias.
La primera piedra la puso la Defensoría del Pueblo cuando
detalló en 2019 condiciones “infrahumanas” de vivienda, trabajo infantil y
adolescente y ausencia absoluta de derechos laborales de un censo de 1.244
personas, realizado por la antigua Secretaría de Gestión de la Política.
A partir del informe, la Fiscalía investiga a la empresa y
representantes, a quienes recientemente llamó a juicio penal. En este litigio,
hay 106 personas que se sumaron a la acusación contra la empresa, entre las que
estaba Ordóñez. El campesino dijo que el “corazoncito palpitaba de alegría”
cuando recibió la noticia de que su demanda sería llevada a juicio. Hoy tiene
una sensación similar. También se mantiene la incertidumbre: “Ojalá no se
olviden de nosotros. Ojalá hagan justicia después de tanto”.
Fuente: Diario El País
Readaptación: Banana Export
Fotos: Diario El País
