
Foto: El Comercio
LA HORA CERO DEL TEMIDO FENÓMENO DEL NIÑO HA EMPEZADO
Organismos oficiales de meteorología como a la Oficina Nacional de Administración
Oceánica y Atmosférica conocida por sus siglas en inglés como la NOAA, de los
EE.UU., afirman que el Fenómeno del Niño ha empezado su accionar con el
calentamiento de las aguas ecuatoriales del Pacífico Sur y Norte, afectando a los
países de la región entre ellos Argentina, Chile, Perú, Ecuador, Colombia que
podrían ser los más afectados con el fenómeno.
Por lo pronto la semana última del mes de junio fuertes lluvias
afectaron al centro-sur de Chile, incluida la capital, Santiago, así como el
puerto de Valparaíso. Los residentes revelan, que han sido las peores en 30
años. Entre el 22 y el 25 de junio cayeron un poco más de 600 mm que dejaron
inundaciones que han afectado los cultivos de cítricos, arándanos, aguacates,
uvas de mesa, cerezas y hortalizas. Los chilenos no recuerdan en la historia
reciente inundaciones de la magnitud que se dieron a finales de junio.
En Ecuador, igualmente la estación de lluvia parece no haber
parado con precipitaciones de medias a fuertes pero que no han llegado a crear
mayores desastres. Lo preocupante es que si bien es cierto existe cierta
preocupación entre las autoridades del gobierno por enfrentar el fenómeno los
recursos asignados son exiguos para lo que se podría necesitar.
Igualmente existe preocupación entre los transportistas de
carga pesada por el estado de las vías y los puentes. Esta infraestructura es
la más sensible en situaciones de esta naturaleza y no existe medio para evitar
que una carretera o un puento sea dañado por la naturaleza. En esos casos, lo que,
si es importante, es la respuesta pronta en atender la emergencia de
presentarse y, en esto si las autoridades pueden hacer mucho, preparando al
personal de socorro y en el subsanamiento de los daños que las lluvias causen.
En el sector bananero es evidente la preocupación de los
productores. Algunos que cuentan con los recursos se encuentran preparándose
para la embestida del Niño, pero hay una gran mayoría de pequeños productores,
que no tienen los recursos para acometer la limpieza de los canales de riego y
drenación por lo que los puede coger en indefensión y van a sufrir daños y
pérdidas que al momento no se pueden cuantificar.
El gobierno y los gobiernos seccionales de cada provincia y
cantón deberían estar ya buscando como reforzar los puntos críticos para evitar
tragedias y pérdidas económicas difíciles de resarcir.