UNA HUELGA DE 7.400 TRABAJADORES PARALIZA 30 PUERTOS CANADIENSES
Las negociaciones
están en punto muerto, con el consiguiente impacto en el comercio en la
Columbia Británica
Desde el sábado
pasado, unos 7.400 trabajadores -estibadores en su mayoría- están en huelga en
30 puertos de la provincia canadiense de Columbia Británica. El paro afecta
especialmente a las terminales portuarias de Vancouver y de Prince Rupert, la
primera y la tercera en importancia en este país norteamericano. Las negociaciones
se encuentran en punto muerto y, dados los impactos en el comercio, diversas
voces solicitan una ley especial para terminar con el conflicto.
Tras la expiración
de su contrato colectivo el 31 de marzo, los huelguistas piden aumentos
salariales acordes con la inflación. También, una mayor protección frente a la
automatización y la subcontratación en el sector. “Tuvimos que dar este paso
por el futuro de nuestra fuerza laboral”, indicó el domingo Rob Ashton,
presidente de la sección canadiense del Sindicato Internacional de Estibadores
y Almaceneros, subrayando que hacía 30 años que sus afiliados no estaban en
huelga en esta provincia de la costa del Pacífico.
El jueves, afirmó
que los representantes de la patronal se han retirado ya tres veces de la mesa
y les acusó de intentar “esperar a que el Gobierno haga el trabajo sucio”. “No
quieren tratarnos con respeto”, dijo. Por su parte, la Asociación de
Empleadores Marítimos de Columbia Británica indicó que un arbitraje obligatorio
podría poner fin a la disputa.
Las conversaciones
entre el sindicato y la patronal han sido espinosas en estos días de huelga,
reuniones donde también participan mediadores del Gobierno federal. Tras
ciertos avances, aspectos relacionados con las tareas de mantenimiento volvieron
a congelar los canales de diálogo. Ambas partes se acusan de mala fe.
De acuerdo con la
Cámara de comercio de Canadá, cerca del 25% del total de bienes que el país
comercializa anualmente pasa por estos puertos; unos 800 millones de dólares
canadienses (600 millones estadounidenses) por cada día de actividades
normales. Los cruceros no se han visto afectados por el paro; tampoco el
transporte de cereales, tal y como lo establece el Código laboral de Canadá.
El 26 de abril de
2021, más de 1.000 trabajadores del puerto de Montreal (el segundo en
importancia del país) se declararon en huelga. Cuatro días después, el
Parlamento canadiense adoptó una ley especial para el regreso a las actividades
laborales. Diversas asociaciones y Gobiernos provinciales solicitan a los
legisladores federales repetir la estrategia en la Columbia Británica.
El Gobierno de
Alberta -provincia cuyo comercio depende de estos puertos- pide que Ottawa
proteja las cadenas de suministro. La Federación canadiense de la Empresa Independiente
expresó en un comunicado que urge “una legislación para garantizar que las
actividades portuarias puedan continuar incluso en caso de huelga. El Gobierno
debe utilizar todos los medios a su alcance para que termine rápidamente”.
El ministro federal
del Trabajo, Seamus O’Regan, indicó por su parte que la mejor solución es que
el sindicato y la patronal retomen las negociaciones y dialoguen hasta llegar a
un acuerdo. Los trabajos parlamentarios entraron en pausa el pasado 21 de junio
y, según el calendario oficial, se reanudarán recién el 18 de septiembre.
Sin embargo, el
Gobierno de Justin Trudeau puede convocar a una sesión extraordinaria en caso
de que considere votar una ley especial respecto a este conflicto laboral.
Debido a que los liberales de Trudeau gobiernan en minoría, necesitarían contar
con el apoyo del Partido Conservador de Canadá, del Bloque Quebequés o del
Nuevo Partido Democrático para sacar adelante el proyecto.
Fuente: Diario El
País