Poniéndole el cascabel al gato
Llegar a un consenso
para la fijación del precio de la caja de banano, cualquiera que este sea
siempre ha sido una tarea de titanes, por lo general solo contadas veces se ha
podido conciliar los intereses de los colosos de la industria bananera:
productores y exportadores. Jalar agua para el mismo molino nunca ha sido
fácil.
Sin embargo, en los
dos últimos años en el gobierno del señor Lasso, el MAG, ha logrado lo
impensable sentar en la mesa del Consejo Consultivo, ha productores y
exportadores y lograr un precio de consenso aun cuando al final de cuenta, este
precio no se respete y sólo sea un saludo a la bandera.
Esto también ha sido
posible gracias a que, en el 2022, se dio la renovación de los cuadros que
representaban a los dos sectores. Al parecer la actitud de los nuevos miembros
donde hay verdaderos productores y cívicos exportadores luego del análisis técnico
se ha podido llegar a desenlace feliz, como el ocurrido el pasado 6 de
noviembre, en que finalmente productores, exportadores y el sector oficial del
MAG, anunciaron que había un nuevo precio consensuado por todas las partes.
El nuevo precio de
$6,85 incrementa en 35 centavos el precio de la caja de banano, este es mucho
más de lo logrado en el 2022. El precio de intermediación de los exportadores
se mantiene en $2,16 y esto en parte porque uno de los insumos más importantes del
banano como es la caja de cartón ha bajado en el 2023 considerablemente con
relación a los costos de los últimos tres años. Esto le permite a este sector
de la cadena poder mantenerse competitivo con los $2,16 para el período del
2024.
El Ing. Eduardo
Izaguirre, ha dicho que están muy satisfechos con los resultados obtenidos en
la mesa de negociación del Consejo Consultivo. Dijo estar optimista que, los
pasos que se están dando de las dos partes a favor de la transparencia
comercial, sea el inició de una relación de largo plazo en que los productores
y exportadores mantengan una relación de ganar y ganar.
Generalmente toda mesa
de negociación es un largo jala y estire en que cada uno quiere llevar agua
para su molino. Esto es mucho más conflictivo cuando está en juego el negocio
de miles de productores y la plaza de trabajo fijo de más de 250.000 trabajadores.
Esto implica una gran responsabilidad para con la representación que se tiene y
con cada una de las familias involucradas. Aunque en algún momento del proceso
negociador se temió que no habría consenso, el ministro Izaguirre, señala que
ellos como ministerio nunca anunciaron que había desacuerdo. Lo que hicieron
afirma, es seguir trabajando y el resultado es haber llegado a un consenso para
la fijación del nuevo PMS. Al momento sostiene, Izaguirre, hay una ruta trazada
para futuras negociaciones. Existe la materia gris, los elementos reales de una
negociación técnica para la cadena bananera. Lo que queda es tomar decisiones
asertivas en el futuro, que sean ellos mismos, quienes guíen a los diferentes
gobiernos como conducir las riendas del negocio bananero.