¿CUÁL ES EL FUTURO DE LA INDUSTRIA BANANERA DE ECUADOR EN EL 2024?
Sin tener la bola de
cristal ni la vara mágica en estos tiempos cibernéticos de la IA es fácil
predecir acontecimientos basados en el historial de datos existentes. En el particular
caso del sector bananero hay un historial de datos estadísticos que nos
muestran la ruta que viene siguiendo la industria en los últimos años.
Bien podría decirse
que la evolución del sector bananero nacional ha marcado también la ruta que
sigue la industria global bananera por lo que podemos considerarnos pioneros en
ciertos mercados que empezaron siendo marginales y que hoy por hoy constituyen
bastiones estratégicos de ventas de cajas de banano, como es el caso de Rusia
que, en el 2023 si la lógica de las matemáticas no falla el país habrá vendido
75 millones de cajas.
Si somos optimistas y
vemos los problemas como una oportunidad de crecimiento y mejoramiento de las
estrategias de mercado el banano ecuatoriano tiene un horizonte de expansión
importante, especialmente al mercado de Asia y Oriente. Ya la base de esa
plataforma comercial está asentada con los preacuerdos que se llegaron en el
anterior gobierno y ahora solo queda a la actual Asamblea nacional ratificar el
TLC con China.
Este sería un
importante paso. El país merece consolidar esta oportunidad histórica para
fomentar el crecimiento económico, el incremento de plazas de trabajo y la
generación de divisas que tanta falta nos están haciendo.
Hay retos inmediatos
que el gobierno ha prometido atender, entre ellos la seguridad. Este capítulo
merece una atención especial por parte de las autoridades del gobierno, pero en
especial de los propios bananeros. La campaña “Demos una mano”, emprendida por
el Clúster Bananero, tiene un objetivo claro, concientizar respecto a no
comprar lo robado. El sector pierde más de un millón de dólares anuales, según
los reportes de los afectados como resultado de esta práctica desleal de
comprar en el mercado negro los insumos bananeros, lo que termina afectando a
la competitividad del propio sector bananero nacional.
La amenaza de
enfermedades como el Moko, el Foc R4T, Sigatoka negra y otras ponen en vilo la
producción de las musáceas por lo que es necesario que el país invierta en
investigación. Es hora de que tengamos un organismo propio de investigación que
asuma la responsabilidad de trabajar de la mano con la industria, con la
academia con los organismos internacionales por el bien común de los bananeros
y plataneros del país.
Ecuador como país
líder de las exportaciones mundiales de banano tienen una responsabilidad
grande en marcar la ruta de las negociaciones con los diferentes mercados,
especialmente su mejor socio comercial la Unión Europea. Sabemos que este
mercado donde se concentran los más grandes retalieres cuyo poder de comprar es
exponencialmente fuerte buscan manejar la política de precios de la caja de
banano con claras ventajas para sus intereses sacrificando al productor al
querer pagar la caja de banano por debajo de su precio de producción.
Allí hay un gran reto.
Mostrar que el país es responsable con sus trabajadores agrícolas pagando el
salario digno. Que el país cumple la política de certificaciones tanto de
responsabilidad social y empresarial, así como aquellas que determinan la
sostenibilidad con los recursos naturales: agua, tierra y medio ambiente en
general. Desde la plataforma del Clúster Bananero se ha trabajado arduamente en
estos aspectos, pero al parecer falta mucho por hacer. Los cuestionamientos no
cesan de venir de ciertos grupos que están interesados en desvirtuar los
avances que ha hecho el país en responsabilidad empresarial y otros temas de
mejoras del sector bananero nacional.
Siempre habrá algo que
hacer, de eso estamos totalmente conscientes. Pero debemos avanzar con pasos
seguros a una política de consolidación del sector bananero en general. No
solamente de un grupo, la élite del sector. El pequeño y mediano productor también
debe acompañar en el desarrollo. Estamos seguros que juntos derrotaremos los
malos augurios que se ciernen sobre el sector bananero nacional.