Un abrumador número de votos, 295 de los colegios electorales de los EE.UU., han definido una de las carreras presidenciales más controvertidas en el país del norte, entre la demócrata Kamala Harris y el republicano Donald Trump, genio y figura que contra todo pronóstico y pese a su campaña de odio contra los inmigrantes ha logrado posicionar su discurso del macho Alfa, frente a un electorado misógino y desbandado en todos los frentes de la moralidad convencional.

Un análisis a renglón seguido del triunfo de Trump, revela que han sido sectores antagónicos del electorado quienes finalmente le han dado la victoria al republicano sobre una Kamala Harris, que muy a pesar de su estrategia de política moderada y socialmente responsable con los grandes dilemas de la sociedad estadounidense no logró calar en los votantes de estados claves que definen las elecciones.

¿Cuánto de lo que ha prometido Trump lo hará? Entre sus promesas más controversiales está el cierre con la frontera de México y la expulsión de millones de inmigrantes. Su visión minimizadora respecto al cambio climático lo llevará a revertir las políticas medioambientales. En el tema judicial indultar a los presos del asalto al Capitolio. Sin embargo, el mayor reto lo tendrá en relación a los conflictos de guerra existentes, especialmente la guerra Rusa – Ucrania.

El miércoles 5 de noviembre los principales mercados de bolsas celebraban la victoria del republicano con repuntes sorprendentes en sus índices de crecimiento motivados por las salvas de las principales empresas de Silicon Valley que subían sus acciones como la espuma de la cerveza. A pesar de esta euforia el día después de las elecciones la gente de a pie se tomaba con calma el triunfo de Trump. La consigna a partir de ahora es enfrentar a un Trump posiblemente desbocado que seguirá equivocándose y cometiendo errores que lo pondrán en la mira tal vez de una nueva acusación lo que honestamente no sería nada raro en la figura judicial de Trump.

¿Cuál será el accionar del presidente republicano Trump para con el resto de los países de América? EE.UU., tiene una política clientelar basada en la toma y daca de su política de comercio exterior mediante salvaguardas arancelarias con puntuales ayudas en temas de seguridad, especialmente con los países de mayor tráfico de drogas. Su hegemonía se ha visto amenazada en la última década por la participación de China y Rusia. Este primer país se ha constituido en el mayor financista de los grandes proyectos de América, aunque no sin un costo mayor de altos intereses y un entreguismo ideológico que amenaza los contrapesos democráticos de los americanos en general.

La primera presidencia de Trump se caracterizó por una tibia política hacía todos estos países, incluso podría decirse que Maduro, el presidente de Venezuela se río de sus fanfarronadas y amenazas y se salió con la suya, lograr sortear con la ayuda de Rusia, Irán y otros países europeos las pírricas sanciones impuestas. Seguramente veremos más de lo mismo en estos próximos cuatro años por lo que América en general no debe hacerse expectativas líricas respecto a la política de inclusión de una América unida bajo el eje de los EE.UU.