Países bananeros de la región objetan documento sobre compras responsables de la UE
La versión final del documento “Marco de Prácticas de Compra
Responsable para el Comercio Minorista en el Sector Bananero”, socializado por
GIZ y IDH a los actores del sector banano ha sido objetado por lo productores y
exportadores de banano de Ecuador, Colombia, Costa Rica, Guatemala, República
Dominicana y Perú.
El mismo que fue compartido el pasado mes de agosto a todos los miembros de la
cadena del banano muestra inconsistencia con la transparencia y objetivos de
estos actores por lo que han presentado sus reparos a lo que debería ser el
texto final en una carta abierta que han hecho llegar a Nina Kuppetz asesora de
GIZ y Astrid Beaten, gerente de programas senior de IDH.
Los productores bananeros hacen referencia a los grandes desafíos de la
industria tales como: Los altos costos de producción, las amenazas
fitosanitarias, ) la sobre certificación, el desperdicio de alimentos causado
por los requisitos estéticos y de calidad, las nuevas regulaciones y el cambio
climático
El pronunciamiento de los representantes de la cadena del banano de los países
Latinoamericanos señala que los esfuerzos del sector se ven especialmente
exacerbados por las reducciones de precios ofrecidas por los minoristas
europeos. En un nuevo comunicado los bananeros de la región este 14 de
noviembre denunciaban la intención de EDEKA, de reducir los precios en las
negociaciones de banano de origen latinoamericano.
Los supermercados a través de sus departamentos de compras continúan
demostrando incoherencia entre los requerimientos que formulan los
departamentos de sostenibilidad incrementando las exigencias hacía los
productores mientras las negociaciones de precios se reducen ocasionando que
sea imposible alcanzar la sostenibilidad para los productores, reccalca el
comunicado.
El sector se hace la siguiente pregunta ¿Qué es la sostenibilidad para los
minoristas y tiendas de descuentos? Es claro, se responden, que es únicamente
una declaración vacía a través de la cual pretenden imponer cargas y
obligaciones a sus proveedores sin asumir su rol dentro de la responsabilidad
compartida como actores fundamentales de la cadena.
Aunque en el documento sociabilizado a los productores y exportadores de banano
se reconoce: trabajadores del banano en todas sus cadenas de suministro.
● La Directiva
de la UE sobre diligencia debida en materia de sostenibilidad corporativa
(CSDDD).
● Los compromisos corporativos de los minoristas
para identificar y, en última instancia, reducir la brecha salarial a nivel de
plantación.
El documento aborda los desafíos centrales de la industria cuando afirma que
“es necesario lograr una distribución más equilibrada del valor y el riesgo a
lo largo de la cadena de suministro del banano, desde los productores hasta los
clientes”.
El objetivo principal del proyecto parece ir en la dirección correcta cuando el
documento indica: “A pesar de las diversas prácticas que contribuyen a la
compra responsable, la cuestión central sigue siendo la fijación de precios
justos”.
La cuestión central, la fijación de precios justos, debería ser el foco de la
agenda entre los diferentes actores del sector, sostienen productores y
exportadores de banano.
Sin embargo en la práctica esto no esta siendo coherente con el accionar de los
departamentos de compra de los principales retalieres, que tienden a bajar los
precios de compra de la caja importada de banano de los proveedores del área
del dólar.
Según estimaciones de organismos de investigación serios como el CIRAD, los
bananos latinoamericanos han perdido un 20% de su valor nominal en los últimos
15 años debido a la guerra de precios de los supermercados minoristas.
La pérdida de valor del producto se debe a que los supermercados y las tiendas
de descuento utilizan el producto como herramienta de marketing para atraer a
los clientes con precios bajos que permiten mejorar los márgenes sobre otros
productos, provocando un círculo vicioso de precios bajos en la cadena de
suministro.
El sector considera riesgoso aceptar los términos del documento final porque implica
aceptar que sean los minoristas y sus socios comerciales quienes evalúen las
mejores prácticas. Dada la posición de mercado de los minoristas, el documento
se presenta como una herramienta que pone la responsabilidad únicamente en los
productores de pagar a los trabajadores un salario justo. En ningún momento el
documento menciona las responsabilidades de los minoristas con respecto a los
problemas y desafíos enumerados que enfrenta el sector.
Dada la realidad parecería que se esta dialogando con un interlocutor que evita
abordar el principal problema del sector bananero internacional, la falta de
reconocimiento de un precio justo y decente por parte de los supermercados y
las tiendas de descuento. El problema de fondo se lo esta abordando de manera
inadecuada reconocen los principales voceros del sector.
Objetan principalmente que el documento sirva como una herramienta para que los
minoristas y sus socios comerciales evalúen las mejores prácticas. El sector
observa, dada la posición de mercado de los minoristas, que será una
herramienta para que los minoristas impongan a los proveedores ciertas
prácticas que se adaptan exclusivamente a sus intereses. Una herramienta de
costos tan abierta, dado que es del interés de cualquier comprador con respecto
a su proveedor, conocer los costos de producción para tener una ventaja que,
junto con su poder de mercado, daría lugar a juegos de poder de los minoristas.
Ante estas inconsistencia que podrían ser gravosas para el sector solicitan
mayor transparencia y la realización de una consulta más amplia donde se
consideren los argumentos que se han planteado para determinar la agenda, algo
que no se ha hecho en ninguna etapa de este proceso. No consideran una muestra
idónea la muestra de 3 productores y 3 asociaciones de productores dentro de
los países abordados lo que implica un muestreo aleatorio pírrico en
comparación con las cifras globales de la industria.
La balanza afirman
parece estar inclinada al sector de los minoristas donde si se han realizado un
mayor número de consultas que a los demás actores de la industria de manera
sectorizada. Esto señalan, demuestra cómo el documento está orientado a cumplir
los objetivos de los minoristas únicamente imponiendo medidas que favorezcan su
poder de mercado y negociación para reducir los precios.
Países firmantes reconocen como método idóneo el del comercio justo
Para llegar a un
verdadero equilibrio de fuerzas sin que la cuerda se rompa por el lado más
débil afirman los productores y exportadores se debe involucrar a toda la
cadena. No es justo que solo una parte de los actores se tenga que ceñir los
cinturones y apretar hasta al máximo mientras que los otros actores de la
cadena: proveedores del cartón, empresas de transporte, proveedores de insumos
fitosanitarios y especialmente supermercados y tiendas de descuento deben
sumarse en la reciprocidad y la transparencia para la implementación de un
modelo justo que tenga un nuevo esquema o modelo para el comercio internacional
de bienes con nuevas reglas de determinación de precios con una valoración
justa de la oferta. Los actuales modelos se contradicen con los enunciados
debido a que se tiende a subestimar el valor del producto primario cuando este
debe ser considerado el principal insumo a mantener a flote. Todos los otros
miembros de la cadena buscan ahogar el producto minimizando su rol en el
mercado. Y en el caso de los retalieres han usado al banano como su principal
gancho de marketing etiquetando descuentos afectando a los productores.
Los productores consideran que la metodología de costos abiertos presentada en
el documento no puede ser implementada individualmente por solo uno de los
actores de la cadena de suministro. La falta de participación de los minoristas
en el enfoque de costos abiertos solo implicará un abuso de poder de mercado
por parte de los minoristas en contra de sus proveedores. Si los minoristas no
son capaces de corresponder, los proveedores tampoco deberían abrir sus costos.
Es necesario un análisis de las implicaciones de esta alternativa en los
mercados como se indicó anteriormente. La forma en que se plantea esta
alternativa generará la posibilidad de que supermercados y tiendas de descuento
aprovechen la información y su poder en el mercado para propender a rebajas
adicionales en los precios.
Esta práctica también supone un riesgo importante para los productores de
violar las leyes locales aplicables que protegen los datos e información
personal.
Los productores y exportadores hacen hincapie de que existe la posibilidad de
que se adopte la metodología de cálculo de precios Fairtrade como referencia y
no como aplicación de la certificación Fairtrade. Allí señalan hay una clara
confusión entre la aplicación de la metodología y la certificación.
Esta metodología aseguran esta disponible, es transparente y Fairtrade la ha
puesto a disposición de los actores de forma gratuita (a diferencia de otras
ofertas monetizadas), independientemente del uso de la certificación, para
abordar el principal desafío de la industria.
En los otros temas como el Salario Digno, la Debida diligencia, Certificaciones
el comunicado concluye con un exhorto al diálogo directo para abordar los
desafíos de la industria. “Una agenda sin terceros con intereses monetizados en
nuestro negocio. Una agenda abierta con el objetivo de agregar valor a nuestros
clientes y una relación sana con todos los involucrados. Ya es hora de que
todos nos veamos cara a cara sin filtros, certificaciones, ONG, agencias
gubernamentales. Solo nosotros haciendo del Clúster Internacional de la
Industria Bananera una realidad y una entidad rentable”.
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