Desde el 2017, en que firmamos el Acuerdo marco con Europa, acuerdo que por cierto no lo quisimos firmar en el 2014 cuando lo firmaron Perú, Colombia y los países centroamericanos, llevándonos una ventaja de tres años. Esa ventaja peso para que retomáramos nuestro espacio histórico en el mercado de la UE. Si bien las cosas han mejorado cuantitativamente y cualitativamente en estos cuatro años debemos continuar mejorando nuestro posicionamiento no solo como abastecedores de bananos.

Europa ha vuelto a ser un socio importante para las bananas de Ecuador, bueno nunca lo dejó de ser, sino que estábamos obligados a pagar un arancel cada vez mayor, debido a nuestra tozudez de mirar a los mercados comunitarios como un dogal y no como una fuerza liberadora del consumidor.

Ecuador es el mayor suplidor de bananos a la UE, en el 2020 aproximadamente el país participó con entregas de 1.512.543 TM versus la importación de los 27 países en este mismo período de 4.349.308 TM. Cabe destacar en este contexto que las importaciones de las bananas de la UE, han mejorado cada año, pero nosotros como país en este 2021 tenemos un leve decrecimiento lo que significa que los otros países de la región del área del dólar nos están aventajando en posicionamiento.

La UE viene haciendo exigencias importantes que están cambiando la forma de hacer negocios con ellos. Por un lado, exigen productos inocuos, libres de pesticidas alineados a la tendencia verde llamada de la granja a la mesa. Por otro lado, también están exigiendo un compromiso social con los actores de las cadenas productivas, especialmente con el trabajador agrícola. En el caso particular del banano quieren que sus proveedores garanticen un salario digno, ajustado a los estándares que la FAO, FairTrade, Banana Link han delineado para estos estratégicos participantes del proceso productivo de la fruta del banano.

Y es aquí donde juega un rol importante el precio de la caja de banano en el mercado de la UE. Para nadie es desconocido que hay una guerra soterrada entre las cadenas minoristas de los países miembros de la UE., que cartelizan los precios haciendo imposible cualquier alza que puede beneficiar al productor – proveedor. Esto no solo que desdibuja el mercado, sino que impide que el productor tenga un beneficio razonable que pueda reinvertir en la plantación y en las exigencias del consumidor europeo. Con un precio de la caja por el piso en la temporada baja, que dura mas de 30 semanas es imposible ser humanistas y la persistencia de la distorsión en el mercado puede quebrar a la industria en su lado mas sensible los pequeños productores de bananas.

Un ejemplo de esta distorsión de los precios se ha dado en el 2021, han sido los precios promedios mas bajos desde el 2017. Según un reporte de la Comisión Europea, de su departamento de agricultura y ruralidad, respecto al mercado de bananas el precio promedio de enero - agosto ha sido entre 0,56 y 0,59 centavos de euros para un kilogramo de fruta. La caída de los precios promedios se acentúa desde el 2020.

Esta caída que tiene varias lecturas entre ellas la del Covid 19, no justifican una planeación de los precios a ras del suelo. Los propios consumidores están conscientes de que el banano es la fruta que mas espacio ocupa en las perchas y la de mejor performance frente a las frutas tradicionales de consumo europeo sin embargo tiene los precios mas baratos, lo que esta provocando un mea culpa entre los minoristas que ven la necesidad de revisar el precio al alza para equilibrar las perdidas de los productores.

Los productores también están jugando un rol importante en la concientización del importador y consumidor europeo. Las gestiones de diálogo no se están haciendo individualmente sino en bloque. Los productores latinoamericanos, liderados por Ecuador y su Clúster bananero han ido bastante lejos como provocar reuniones con los parlamentarios europeos para sociabilizar un mayor acercamiento con su socio importador.

Hay algunos proyectos en camino por parte de los dos principales gremios exportadores de banano del Ecuador: Acorbanec y Aebe para el 2022, desplegar una amplia campaña de concientización a nivel europeo en la que se aprovecharía las principales ferias de exposición de los productos hortofrutícolas.

Los minoristas importadores de bananas, especialmente de Alemania también se ven dispuesto al diálogo lo que es un buen síntoma de acercamiento entre estas dos fuerzas del mercado que caminando juntas pueden hacer mucho por la satisfacción del consumidor y de sus bolsillos.