De izqda a dcha,, foto de ‘familia’ de los participantes en el I Congreso de Biovegen celebrado en Fruit Attraction: Guidelli (Patafest, Funditec); Giacomo Scatolino (Agrícola 2000, ‘Campo Demo’); José Moisés Martín, director general del CDTI; José Pellicer, presidente de Biovegen; Gonzaga Ruiz de Gauna, gerente de Biovegen; Diego Orzáez (IBMCP, de la UPV-CSIC); Leire Escajedo (UPV/EHU); Estefanía Hinarejos (AlgaEnergy) y Pedro Valero (Vector Horizonte).
La ue llega tarde a la carrera de la edición genética de plantas y su propuesta para regularla genera dudas
El Congreso Biotech de Biovegen celebrado en Fruit Attraction destaca que
las nuevas técnicas son más “rápidas, eficaces y precisas”: no sólo la
mutagénesis por CRISPR, también el editado de bases, el ‘prime’, la cisgénesis
e intragénesis y la biología sintética. Sus aplicaciones en la UE dependerán
del redactado de la “letra pequeña” de la futura norma.
Europa da la espalda, de momento, a una nueva generación de cultivos
obtenidos por CRISPR ya aprobados en EEUU, China o Japón -maíz rico en almidón,
trigo resistente al mildiu, tomates para rebajar la presión arterial...- y a
las normas que amparan estas técnicas también en Canadá, Australia, Inglaterra,
China, Israel, India, Brasil o Argentina
Madrid,
16-10-2024.- Más de 350 científicos y empresarios del agro llenaron
el Fórum Biotech durante el I Congreso organizado por Biovegen, la plataforma
que promueve la biotecnología en este sector, celebrado en el transcurso de la
reciente edición de Fruit Attraction (Madrid). Una de las grandes temáticas
abordadas fue el alcance de la propuesta de regulación de la Comisión Europea
(CE), aprobada el 7 de febrero por el Parlamento, sobre Nuevas Técnicas
Genómicas (NGT’s) y los desarrollos logrados en la mejora de plantas por estos
métodos. Diego Orzáez, investigador del CSIC en el IBMCP (Instituto de Biología
Molecular y Celular de Plantas, en Valencia), destacó cómo estas técnicas han
evolucionado en los últimos años para ser más “rápidas, eficaces y precisas”.
En esta carrera por la
edición genética, la UE -que aún no ha concluido el debate sobre la normativa
que las regulará- avanza con retraso frente al resto de potencias occidentales.
Como describió Orzáez en el mercado ya existe “una primera generación de frutos
comerciales” obtenidos por CRISPR: un maíz con alto contenido en almidón,
tomates enriquecidos con GABA para rebajar la presión arterial (ambos aprobados
en Japón); una lechuga ro- mana que no se pardea, hojas de mostaza menos
amargas y suaves, aceite de soja bajo en grasas saturadas y cero trans, un
champiñón que no se oxida y evita que se pongan marrones y blandos, una patata
resistente a determinadas plagas, con azúcares reducidos y bajo contenido de
acrilamida (en EEUU); variedades de manzanas que no se oxidan (Canadá) o un
trigo resistente al hongo mildiu (China). Cultivos ya aprobados y disponibles
gracias a una legislación propicia que, más allá de las potencias citadas,
también se da en Australia, Inglaterra, India, Pakistán, Filipinas, Israel, Brasil,
Argentina o Chile, entre otros.
El investigador del
IBMCP explicó cómo, a partir de la mutagénesis dirigida por CRISPR-Cas 9
(‘editar’ piezas de una molécula sin insertar material extraño), se ha avanzado
hacia técnicas análogas, pero con funcionalidades adicionales que, a su vez, se
pueden combinar. Entre ellas citó las más relevantes, como el editado de bases
(para modificar un único nucleótido de una molécula de ADN); el editado prime
(que permite reescribir con gran precisión pequeños tramos del genoma de unos
pocos nucleótidos); la cisgénesis (que induce cambios a partir de genes de
plantas sexualmente compatibles) e intragénesis (que combina secuencias de una
misma especie o de otra estrechamente relacionada) y en último término, la
biología sintética (que pretende diseñar o rediseñar sistemas biológicos y otorgarles
cualidades nuevas y/o mejoradas).
Por su parte, Leire
Escajedo, profesora de la Universidad del País Vasco, abordó las novedades
legislativas europeas en Fito mejora. La también letrada recordó que el vigente
cuerpo legislativo está basado en la genética de los 90 y que fue el Tribunal de
Justicia de la UE (TJUE) el que sentenció en 2018 que era necesario revisarla
para adaptarla a las NTG, a las que aún hoy se les aplican las restricciones
vigentes para los transgénicos (OGM). Asimismo, analizó el texto que, fruto de
esta sentencia, planteó la CE y que fue respaldado, con algunas enmiendas, por
el Parlamento Europeo (PE) en febrero. Escajedo valoró como un “avance” que la
propuesta -que aún debe debatirse en el Consejo, esto es, a nivel de Estados
miembros y después iniciar el llamado proceso de triálogos entre la CE, el PE y
el propio Consejo antes de ser aprobada- recoja un “estatuto jurídico
diferenciado” para las NGT’s.
Aclaró que el texto
que hoy se debate divide a las plantas obtenidas por estas técnicas en dos: las
NGT-1, cuyas modificaciones genéticas bien podrían haberse obtenido por métodos
tradicionales (con cruces sucesivos y selección), aunque invirtiendo mucho
tiempo y tras muchas generaciones, y por ello se consideran equivalentes (estas
plantas quedarían exentas de la directiva de los OGM); y las NGT-2 cuyas
modificaciones seguirían reguladas por la citada directiva, aunque con una
evaluación de riesgos que tendría en cuenta otras consideraciones (por ejemplo,
si la planta resultante fuera más sostenible podrían no tener que afrontar el
dossier completo que hoy debe prepararse en el caso de los OMG). La diferencia
supuestamente ‘objetiva’ entre una y otra, más allá de tal descripción, sería
la cantidad de cambios genéticos propiciados en el genoma: hasta 20 entrarían
en el primer grupo, más lo harían en el segundo.
Pero este criterio de
las 20 modificaciones, según ratificó también el propio Orzáez, no está tan
claro por lo que “habrá que estar atentos a lo que diga la letra pequeña del
texto final”, añadió la abogada. “Si, en la práctica, lo único que vamos a regular
es lo que ya podíamos hacer (con más tiempo y menos precisión que las NGT’s, se
entiende, refiriéndose a las innovaciones que se incluyan en la NGT-1) para
este viaje no necesitábamos estas alforjas”, dijo tajante el científico del
IBMCP. La clave estará pues en cómo se cuantifican esas modificaciones porque,
si se hace una interpretación restrictiva de ello, “muchos de los usos y
aplicaciones de las nuevas técnicas en las que ya estamos trabajando no serían
viables”, sentenció Orzáez.
BIOESTIMULANTES, INNOVACIONES Y FINANCIACIÓN
La situación de la
regulación europea de los bioestimulantes -de las sustancias, mezclas y
microorganismos que no son aportes de nutrientes propiamente y se encargan de
activar los procesos naturales de las plantas mejorando sus rendimientos- es
bien distinta. Fue Estefanía Hinarejos, directora de Regulatory Affairs de
Alga- Energy -una multinacional española especializada en estos productos- la
que analizó las perspectivas generadas a partir de la entrada en vigor, en
julio de 2022, del Reglamento UE 2019/1009. Hinarejos valoró positivamente la
aprobación de esta normativa, que obliga a sus fabricantes a acreditar su
función a través de ensayos de eficacia. La experta lamentó, sin embargo, que
en todo este tiempo y “a pesar de que existen muchos bioestimulantes
microbianos de probada eficacia que llevan años comercializándose bajo leyes
nacionales”, el reglamento solo reconozca a 4 tipos de microorganismos. Motivo
por el que concluyó que la norma sufre aún “carencias que, de momento, suple
con la armonización parcial” (es decir, con el recurso a las legislaciones a de
los Estados miembro). Asimismo, reclamó un desarrollo guiado por la
“proporcionalidad”, que sea “realista” en los requisitos para la certificación
de nuevos productos.
El I Congreso de
Biovegen también dio a conocer dos proyectos público-privados innovadores:
Patafest, un consorcio de empresas y centros de investigación europeos que
ofrece biosoluciones para combatir graves enfermedades del cultivo de la
patata, como la llamada ‘Cebra chip’ (originada por la bacteria Candidatus
Liberibacter solanacearum) así como otros problemas habituales de postcosecha
en este tubérculo (Fusarium sambucinum, Colletothricum coccodes,
Helminthosporium solani); y la compañía Agrícola 2000 y su programa ‘Campo
Demo’, dedicado a ofrecer a las empresas parcelas en las que poder presentar
físicamente las ventajas de sus productos, o a los consumidores, para evaluar
de primera mano las características deseadas de las variedades o productos que
se estén testando.
Como es habitual en
otras jornadas previas, Biovegen quiso dejar también un espacio para exponer
las herramientas disponibles para financiar este tipo de proyectos. Fue cuando
Antonio Santa Cruz, de la empresa Vector Horizonte -especializada en ofrecer este
servicio- repasó las alternativas existentes en cuanto a subvenciones
nacionales, europeas, deducciones fiscales, bonificaciones para el personal
investigador o el llamado ‘patent box’ (un incentivo fiscal que permite reducir
el tipo impositivo en la cesión o transmisión entre entidades de activos
intangibles que deriven en actividades de I+D+i). En esta misma línea,
intervino Alejandro Marín del fondo Inventium, del Grupo ABANCA, especializado
en conectar inversores privados con iniciativas disruptivas de este tipo. El
Congreso fue clausurado por el propio director general del CDTI, José Moisés
Martín.
SOBRE BIOVEGEN
Biovegen-Plataforma
Tecnológica de Biotecnología Vegetal es una asociación público-privada
compuesta por 185 socios (empresas y centros de investigación/tecnológicos) y
el Ministerio de Ciencia e Innovación, que apoya y cofinancia la iniciativa. Su
objetivo es la mejora de la competitividad del sector a través de la I+D+i en
el sector de la producción vegetal. Para ello moviliza a entidades del sector
agroalimentario, poniendo en contacto la oferta y demanda de tecnología,
generando oportunidades de negocio a través de la colaboración Ciencia-Empresa.
Actúa como interfaz entre la comunidad científica, empresarial y la
Administración, proveyendo servicios de gestión de I+D+i y proporcionando
oportunidades de desarrollo de negocio a través de la innovación vegetal.
Aspecto del Fruit Fórum durante el I Congreso Biotech Attraction