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Crecimiento Económico 2025

TEMPERATURA Y CRECIMIENTO ECONÓMICO

Emilio Gallardo González.

El artículo académico de la economista Melissa Dell, "Temperature Shocks and Economic Growth: Evidence from the Last Half Century" (Choques de Temperatura y Crecimiento Económico: Evidencia del Último Medio Siglo, 2012), analiza el impacto de las variaciones de temperatura en el crecimiento económico, con énfasis en los países en desarrollo. Utilizando datos históricos de temperaturas y precipitaciones de los últimos 50 años, el estudio presenta resultados aplicables a diversos países, incluido Ecuador.

 

La relevancia de este trabajo radica en las implicaciones de la creciente frecuencia de eventos climáticos extremos, así como en la importancia de comprender los impactos económicos, sociales y ambientales del cambio climático para diseñar políticas públicas efectivas y demuestra que, en los países ubicados en zonas más cálidas, las temperaturas tienen un impacto negativo en la economía.

 

Este estudio indica tres resultados principales relacionados con las altas temperaturas. Primero, estas reducen el crecimiento económico en las naciones pobres.Segundo, pueden disminuir las tasas de crecimiento, no solo el nivel de producción y tercero, tienen efectos a largo plazo, afectando negativamente la producción agrícola.

 

Se destaca que, en los países pobres, un aumento en la temperatura de 1°C en un año determinado disminuye el crecimiento económico en un 1.3%. En contraste, en regiones desarrolladas, este cambio no tiene efecto en la economía.

 

En el caso del sector agropecuario, el estudio evidencia un impacto importante. Un aumento de 1°C se asocia con una disminución del 2.66% en la producción agrícola, mientras que cada 100 mm adicionales de lluvia anual generan un aumento del 0.18% en la producción. Además, los choques de temperatura tienen efectos prolongados, afectando no solo el año del evento, sino también el desarrollo futuro.

 

Los países en desarrollo como Ecuador, enfrentan impactos económicos más severos debido a su dependencia de sectores sensibles al clima, como la agricultura, su infraestructura deficiente y la falta de adaptación tecnológica.

 

En este sentido, resalta la importancia de promover el desarrollo y la adopción de tecnologías y semillas resistentes al clima. Incentivar la diversificación de cultivos para reducir el riesgo de pérdidas. Implementar estrategias y políticas de adaptación al cambio climático en el sector agropecuario, tales como mejorar los sistemas de irrigación y construir infraestructuras resistentes a eventos climáticos.

 

Señala la necesidad de establecer redes de seguridad para trabajadores agrícolas y comunidades dependientes de sectores vulnerables. Asimismo, promover la industrialización y el desarrollo de sectores menos expuestos a variaciones climáticas e invertir en governanza para fortalecer las instituciones y garantizar la implementación efectiva de las políticas públicas.

 

En este contexto, cabe señalar que, en países de regiones de clima cálido, las políticas orientadas a mejorar aspectos como la gobernanza, la tecnología, la institucionalidad y el combate a la corrupción, junto con incentivos a la inversión extranjera directa y mayores inversiones en infraestructura, educación y salud, pueden mitigar significativamente los efectos de los choques climáticos y las altas temperaturas. Ejemplos de ello son Singapur, que se ha convertido es una nación del primer mundo, y Vietnam, que actualmente tiene las características para posicionarse como un potencial “nuevo tigre asiático”.

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