POR: KLEBER EXKART
LLUVIAS MANTIENEN EN VILO LA PRODUCCIÓN BANANERA
De la alegría han
pasado a la preocupación los productores bananeros. Las intensas lluvias de los
últimos días en todos los sectores del país han empezado a pasar factura en las
partes bajas de la geografía costera donde se han sembrado banano a riesgo de perderlas.
Hay recomendaciones expresas y hasta creo normativas del MAG, respecto a
sembrar en estas zonas de alto riesgo, especialmente en las épocas invernal por
la crecida de aguas que lo arrasan todo.
Hemos venido
expresando con bastante reiteración en nuestras emisiones del noticiero Banana
Export, que no todo es del comportamiento climático. La caída de hasta 100
milímetros de lluvia podría ser normal en un invierno copioso, pero no es para
que la naturaleza nos ponga de rodillas si es que tuviéramos la infraestructura
adecuada. No solo debemos pensar en el drenaje de las bananeras que, gracias a
Dios, la mayoría están en buen estado.
El problema esta en la
sedimentación de la mayoría de los ríos de la costa ecuatoriana. La ausencia de
un organismo que se encargue del dragado de los ríos a traído como consecuencia
que estos al momento estén llenos de arena, piedra, basura plástica, desechos
de construcción y otros elementos que prácticamente han matado los cauces
impidiendo la fluidez de las aguas lluvias en la época invernal.
Entonces el tema no
son las lluvias, estas hasta cierto punto son normales como en cualquier
invierno, no son diluvios, es solamente la atmósfera nubosa cargada de CO2,
descargando vida, alimentando al suelo con agua nitrogenada que primero no la
sabemos aprovechar y segundo no nos preparamos para su llegada.
¿Dónde están las
autoridades del MAG? ¿Qué planes presentan para mitigar los efectos de un
invierno parecido a un Fenómeno de El Niño? Aproximadamente desde la década del
90 no se conoce de ninguna acción municipal o gubernamental por enfrentar la
responsabilidad de la viabilidad fluvial. Antaño los ríos cuando eran
totalmente navegables los inviernos eran muchos mas fuertes y no había el
problema de las inundaciones. Incluso Durán, acoderaba barcos de gran calado
para el embarque de banano algo que en estos momentos es imposible.
La verdad se dicha la mayor
parte de los ríos y afluentes se encuentran sedimentados, casi haciendo piso
con el nivel del suelo exterior, las aguas no encuentran el cauce, han perdido
su camino natural. La avenida de las aguas esta perdida por esta razón las
corrientes de aguas se desbordan y llenan los sembríos poniendo en riesgo la
inversión de los productores.
¿Cuándo entenderemos
esto? Seguiremos echando la culpa a la naturaleza de la torpeza humana. Siempre
diremos que el invierno ha sido fuerte. Es hora de que se conforme un comité de
vialidad de los ríos para emprender el dragado de los ríos de la costa desde la
provincia de Los Ríos hasta el Guayas. Igualmente, por la parte sur, debe hacerse
la tarea de dragar el Jubones y sus afluentes; estos ríos necesitan que se les
devuelva su ímpetu, su majestuosidad si no siempre estaremos lamentando las inundaciones.