La huelga es “irresponsable”: el CGC ofrece subir salarios un 9% ya este año y ha renunciado a trabajar sábados
La patronal -tras acceder a que la flexibilidad
sea solo voluntaria- ha centrado su mejora en los incrementos salariales con
una propuesta de subida del 15% a los 4 años, con cláusula de revisión según
IPC y con aumentos incluso superiores según categorías profesionales
Lamenta que,
en zonas citrícolas españolas distintas a la valenciana, los mismos sindicatos
sí acepten fórmulas para ser más competitivos en los horarios laborales para
así dar servicio a la gran distribución
La falta de
consenso principal se produce por el precio de un tipo de horas
extraordinarias, que los sindicatos quieren subir del plus actual del 10% a
otro del 25% en cuatro años, pese a no haber cedido nada en cuanto a la
flexibilidad
Valencia, España 6 de diciembre de 2024.
El miércoles 4 de diciembre se produjo el séptimo encuentro entre los
sindicatos (UGT-PV y CCOO-PV) y los empresarios (Comité de Gestión de Cítricos,
CGC -que tiene la mayor representación- y la Federación de Cooperativas
Agroalimentarias de la CV) para tratar de pactar el Convenio Colectivo de
Manipulado y Envasado de Cítricos. Tras una maratoniana reunión de 11 horas, la
parte social anunció que iba a iniciar los trámites para convocar una huelga de
tres días, del 12 al 14 de diciembre. La movilización se produce pese a que el
CGC ha renunciado a su principal reivindicación y haya accedido a que la
necesaria flexibilidad laboral, la que exige la gran distribución europea para
seguir considerando a España como su primer proveedor, sea voluntaria.
La huelga se convoca también pese a haber realizado -siguiendo el interés
prioritario de los sindicatos- una nueva propuesta mejorada, con un incremento
salarial del 9% ya este año y del 15% acumulado al cuarto año, que sería mayor
en caso de ser revisado según IPC y que añade a ello aumentos para determinadas
categorías profesionales (de hasta el 14% sólo el primer año). “Tras las
concesiones hechas sin recibir nada a cambio, tras el desastre de la DANA, tras
tres semanas de lluvias intermitentes entre octubre y noviembre en las que la
recolección y comercialización se ha visto paralizada, con la amenaza cada vez
más cierta sobre el mercado de la UE de la oferta más barata de Marruecos,
Turquía y de Egipto, este anuncio es más irresponsable que nunca, cuestionará
la marcha de la campaña como tal y supone un ataque, no sólo a los exportadores
sino, sobre todo, a los propios citricultores”, denuncia la presidenta del CGC,
Inmaculada Sanfeliu.
La actitud que en todo este tiempo ha mantenido CCOO y UGT contrasta con los
acuerdos que estos mismos sindicatos han alcanzado en convenios análogos, que
son de aplicación también en otras zonas citrícolas españolas. En esas
provincias se han alcanzado acuerdos hoy en vigor que sí contemplan diversos
grados de flexibilidad para poder atender las exigencias de la llamada
distribución moderna. “El rechazo a estas fórmulas implicará que, no sólo
vayamos a perder competitividad frente a otros países mediterráneos donde las
condiciones laborales occidentales o se cumplen, sino que también lo haremos
con otras regiones españolas, que disfrutarán de las ventajas que a nosotros
nos niegan”, matiza Sanfeliu. Con todo, este convenio dañaría al conjunto del
sector porque es el que incumbe a más trabajadores -unos 55.000 en toda la
Comunitat- pero fundamentalmente porque afecta a los centros de confección que
son responsables del 70% de los cítricos en fresco comercializados en todo el
país.
Concretamente, hasta esta semana -fecha en la que se renunció a esta
pretensión- el CGC planteaba alcanzar un compromiso para trabajar un número
aproximado de 10 sábados y festivos al año por campaña. “Nuestra ventaja
competitiva es dar un buen servicio. Ese factor es, junto a otros como la
seguridad alimentaria y una calidad homogénea, lo que más valor añadido da a
nuestros cítricos, lo que nos diferencia de la oferta de otras potencias con
menores costes y exigencias sociales, medioambientales o fitosanitarias”,
advierte la presidenta del CGC.
La falta de consenso principal se produce por el precio de un tipo de horas
extraordinarias, que los sindicatos quieren hacer pasar del plus actual del 10%
a otro del 25% a los cuatro años sin ofrecer nada a cambio en materia de
flexibilidad. El precio de ese tipo de horas se calcula sobre el valor de la
hora ordinaria, por lo que la petición sindical supondría, en alguna categoría
y en esos 4 años, más que duplicar su remuneración actual. En las categorías
bases, con la petición sindical, el valor de esas horas respecto al actual se
incrementaría en un 34%. Estas subidas son “inasumibles”, reitera Sanfeliu.
Fuente: Comité de Gestión de Cítricos