Ralstonia solanacearum raza 2 y fusarium oxyporum cubense amenazas serias a la industria del banano nacional
La bacteria Ralstonia Solanacearum raza 2 (Moko) y el
hongo Fusarium Oxysporum Cubense, conocido como FOC R4T, aparecen como las dos
enfermedades del cultivo del banano que emergen como amenazas serías que
podrían poner en jaque a la industria bananera nacional.
Aunque estas enfermedades no son de reciente data,
el último quinquenio 2020 – 2025 han cobrado fuerza en la geografía productiva
del país, especialmente el Moko, que puede decirse que esta diseminado en todas
las zonas productoras de musáceas: plátano y banano y las perdidas empiezan a
preocupar a productores y exportadores, que en este 2025 alcanzarían el 17% de
la producción nacional, según cifras de la Federación Nacional de Bananeros del
Ecuador (FENABE).
Estas cifras no cuadran con los datos de reportes
del MAGAP, que a través de la Agencia de Regulación y Control Fito Zoosanitario
(AGROCALIDAD), solo reconoce un área siniestrada con la enfermedad no mayor a
500 ha., y un área en riesgo de 6000 ha. Los productores de la Asociación de
Bananeros Orenses (ABO), por su parte advierten que toda el área de siembra de
banano y plátano podría estar en riesgo sino se toman las medidas de contención
y prevención de esta enfermedad bacteriana.
A esto se suma el otro frente de batalla contra las
enfermedades del banano, que recientemente se detectó en la provincia de El
Oro, cantón Santa Rosa, donde en un predio de 7 ha., una planta presenta la
sintomatología para Fusarium Oxysporum Cubense, Mal de Panamá raza 4, según
declaraciones del Ing. Danilo Palacios, ministro del MAGAP. Este hongo esta
presente en Sudamérica desde el 2019, en que se detectó en Colombia,
posteriormente en el 2021, en Perú. En el 2023 igualmente se reportó en
Venezuela, para finalmente ser detectada en Ecuador.
Tanto en Moko como Fusarium hay un gran aprendizaje
por parte de los productores para el manejo de bioseguridad sin embargo como
siempre ocurre, no es hasta que llega el patógeno en que se toman las medidas
preventivas. Un monitoreo presentado por el Observatorio Económico del Banano
de la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador (AEBE), en un simposio,
daba cifras preocupantes de menos del 5% de los pequeños productores que
acogían las recomendaciones de bioseguridad tanto para Moko como para Fusarium.
Había una mayor preocupación entre los productores medianos y grandes para la
implementación de estas medidas, pero igualmente los porcentajes eran menores a
un programa de contención de las enfermedades.
Esta preocupación fue mucho más notoria en el
reciente evento del 15 – 17 de octubre de Banana Time 2025, realizado por la
Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador (AEBE), en que gran parte de
las charlas magistrales y paneles de discusión científica se abordó el tema de
las dos enfermedades.
Sin embargo, de la preocupación generalizada de
productores, exportadores y mercados no hay una estrategia y política clara que
se esté poniendo en marcha. Especialmente no se ha transparentado las reales
cifras de infestación de estas dos temibles enfermedades de las musáceas, que
bien pueden poner en riesgo la producción nacional que este año alcanzará en
banano 370 millones de cajas.
Uno de los principales problemas a resolver es el
financiamiento que se asignará a investigación y ayuda a los pequeños
productores para acompañarlos en los planes de bioseguridad que bien puede ser
un crédito focalizado con una tasa de interés baja y un plazo mayor de pago que
al crédito comercial.
Tiene que pensarse en la inversión en desarrollo de
nuevas variedades del clon de Cavendish. La Federación Nacional de Bananeros
del Ecuador (FENABE) viene planteando hace bastante tiempo una tasa voluntaria
de cinco centavos de dólar por caja exportada que puede ser descontada en el
momento en que el exportador liquida la fruta al productor. Lamentablemente
esta idea que esta sobre la mesa de todo el sector no tiene acogida ni por los
exportadores ni por el gobierno nacional mientras se escuchan las quejas que el
gobierno no tiene presupuesto.
Otra de las tareas inmediatas es la capacitación y
la campaña de difusión a través de los medios de comunicación. Hay muchos
medios plenamente identificados con el sector bananero que bien pueden cumplir
esta tarea de difusión lo que permitiría alcanzar una conciacición mayor de la
gravedad de estas plagas apocalípticas que tienen en la cuerda floja la
producción de banano y plátano del país.


