
Navieras cancelan itinerarios: incertidumbre en el comercio global
La demanda de
contenedores se ralentiza en el transporte marítimo y mercados muestran su
flanco débil.
Solo bastaron poco
más de siete días desde el 2 al 9 de abril, fecha de vigencia de los aranceles
para que la incertidumbre hiciera presa de los mercados y todo se viniera en
picada para el mundo de los negocios. Desde las altas torres de los negocios
bursátiles en las elegantes edificaciones donde funcionan las Bolsas de Valores
hasta las oficinas más chip y confortables de las grandes startups han sentido
el shock de la política errática de comercio de la administración Trump.
Ni siquiera la
prorroga anunciada de los 90 días ha podido devolver las aguas a su cauce en
los mercados. La desconfianza sembrada como semilla milagrosa en el comercio
internacional por el magnate de los negocios inmobiliarios Donald Trump, que
funge de presidente, pues parece cualquier otra cosa, deja una secuela de daños
a las principales economías del mundo, incluyendo la del propio Estados Unidos,
que ha dejado sentir aun más su fragilidad.
Uno de los puntos
más neurálgicos de la economía mundial son los puertos y es uno de los
termómetros que se muestran en rojo debido a la saturación de contenedores al
demorarse los despachos por lo que se ha desatado un aumento temporal en las
tarifas de transporte marítimo, revirtiendo una extendida tendencia a la baja
que empezaba a dar respiro a los mercados. Es así como los costos de los
embarques de contenedores desde Shanghái a Los Ángeles y Nueva York se
incrementaron un 10% y un 8%, respectivamente, tras los anuncios. Esto como
resultado de que muchas compañías importadoras comenzaron a acelerar sus
embarques; Apple, por ejemplo, cita un reporte de Forbes, envió cinco aviones
llenos de productos desde India a Estados Unidos a finales de marzo.
Algunas compañías
estadounidenses, anticipando la aplicación de los aranceles, comenzaron a
acumular inventarios desde febrero. Esto se refleja en que las importaciones de
Estados Unidos crecieron un 5% interanual en ese mes, y casi un 8% las
procedentes de China. Este aumento continuó en marzo, impulsado por otros
aranceles implementados por la administración Trump, como los aplicados al
acero, aluminio, automóviles y autopartes.
Sin embargo, muchos
importadores han comenzado a rechazar pedidos debido a la incertidumbre. Según
Ryan Petersen, CEO de Flexport, el 28% de sus clientes han pausado todas sus
reservas de transporte de contenedores desde Asia.
La plataforma
Tradeview de Vizion indicó las reservas de importación en contenedores desde
Estados Unidos cayó en siete días hasta los 169.000 TEUs, desde los 516.000
TEUs. La baja se hace más ostensible al filtrar por China como punto de origen,
al descender desde los 148.000 TEUs a solo 54.000 TEUs, también en una semana.
A nivel mundial, del 24 de marzo al 31 de marzo, solo se habían reservado 1,09
millones de TEUs, marcando una reducción del 48% respecto a una semana atrás.
Líneas navieras buscan a adaptarse
En medio de
anuncios arancelarios, su aplicación efectiva y los posteriores anuncios de
postergaciones, algunas de las principales líneas navieras como Maersk o
Hapag-Lloyd, han señalado que podrían tener que adaptar sus rutas y operaciones
debido a la incertidumbre generada. Esto incluye tanto un ajuste en sus redes
de servicio como una evaluación del impacto en la demanda.
Philip Damas,
analista de Drewry, pronosticó una reducción en los volúmenes y tarifas de
transporte en los próximos meses. De hecho, afirma que muchas líneas navieras
ya están cancelando itinerarios (blank sailings) en la ruta Transpacífico.
Según explica, en la ruta Asia-Costa Oeste de Norteamérica, suelen cancelar
muchos itinerarios en febrero debido al Año Nuevo Chino, pero reducen esta
práctica en los meses siguientes. No obstante, este año continuaron cancelando
más de 40 itinerarios en la ruta Asia-Costa Oeste de Norteamérica al mes, tanto
en marzo como en abril.
Lars Jensen
concuerda en el pronóstico: “muy pronto comenzaremos a ver importantes
cancelaciones de itinerarios de las líneas navieras. Esto parece comenzar ya,
con ONE anunciando (el 8 de abril) que el servicio ‘PN4’ Pacific de premier
Alliance, que debería haber comenzar en mayo, está suspendido hasta nuevo
aviso”.
Este freno ha
impactado a las navieras. Las acciones de Maersk cayeron un 17,5% y las de
Hapag-Lloyd un 13%. Klaus-Michael Kuehne, que posee el 30% de Hapag-Lloyd,
perdió más de US$2.200 millones. La única línea naviera estadounidense que se
sitúa entre las 30 más grandes, Matson, también sufrió una caída del 22%.
¿CÓMO SE MUESTRA CHINA?
China, en una
escalada sin precedentes ha respondido con fuertes medidas de represalia,
incluyendo un arancel del 125%, que responden al aplicado por Estados Unidos
que llega a los 150%. Los analistas se preguntan cuál será el techo de los
aranceles de estos dos gigantes que pulsan su fuerza económica al borde del
precipicio de sus mejores productos
Compañías chinas
como Shein y Temu también están en el punto de mira. Estas compañías han
aprovechado hasta ahora la exención “de minimis”, que permite importar
productos valorados en menos de US$800 dólares. Trump anunció que eliminará
esta exención para productos procedentes de China y Hong Kong a partir del 2 de
mayo, lo que ha provocado una fuerte caída en las acciones de PDD Holdings,
empresa matriz de Temu, reduciendo la fortuna de su fundador en casi US$9.000
millones.
Además, una
propuesta de la Oficina del Representante Comercial de EE. UU. (USTR) podría
imponer tasas de hasta US$1,5 millones por cada buque que entre a puertos
estadounidenses si es de propiedad, operación o fabricación china. Esta medida
que actualmente se encuentra en revisión, de aplicarse, podría perjudicar
gravemente a muchas líneas navieras y alterar profundamente el comercio
marítimo global.
De acuerdo con el
analista de la industria marítima, Lars Jensen, “será muy difícil ver a los
líderes chinos retroceder en la confrontación sin que se considere que se
humillan así mismos, por lo que deberíamos esperar que las coas empeoren”.
Las empresas
navieras advierten que, ante estos escenarios, podrían evitar los puertos de
EE. UU. si los costos se vuelven insostenibles. Mientras tanto, clientes y
proveedores buscarán adaptarse redireccionando flujos comerciales hacia otros
mercados o ralentizando el movimiento de bienes.
Fuente: Banana
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