
La historia de vida de un bananero de cepa: Don Eduardo Ubilla
A sus 88 años don Eduardo Ubilla, sube al podio donde se desarrollará
las conferencias de la Cumbre del Banano. Lo hace para agradecer un sencillo
pero emotivo homenaje que los bananeros de Ecuador, le rinden a la generación
de acero, aquellos hombres de carne y hueso, que no se han rendido ante nada y
que hoy cosechan los homenajes y aplausos por su labor tesonera en el cultivo
del banano.
Don Eduardo es un claro ejemplo de esos hombres que la vida endureció
desde temprana edad. Con apenas siete años ya era una pieza importante en la
finca de sus padres cosechando cacao y cuidando de las vacas. Eran tiempos que
los inviernos golpeaban duro los campos de Quevedo, su región donde ha vivido
la mayor parte de su vida y donde formó una familia con la dama Jesús del
Carmen Mendoza, su esposa de hace 50 años.
Don Eduardo, recuerda sus vivencias y vicisitudes de su juventud con
mucha alegría. Ha aprendido amar esos momentos duros de su vida porque forjaron
el hombre emprendedor y batallador que ha aportado al crecimiento agrícola del
país tanto como trabajador obsecuente como un emprendedor de grandes empresas
que hoy son el ejemplo del trabajo honesto y diligenciado de más de siete
décadas.
Junto a sus tres hijas Katherine, Karina y Marianela fundó en 1975, la
empresa de comercialización del banano la exportadora AGZULASA, que hoy es un
referente alcanzando uno de los puestos preferenciales entre las 10 principales
empresas exportadoras del país. Su hija Marianela Ubilla, hoy es la Gerente
General del grupo familiar con intereses en la producción de banano
convencional con 700 hectáreas y la incursión de hace dos años en la producción
de banano orgánico en la provincia de Santa Elena. Agzulasa al momento exporta
cajas de banano para 25 países en todos los continentes y este año esperan
cerrar con un crecimiento sostenido del giro de sus negocios.
Don Eduardo de entre todas sus actividades rescata su paso como
maestro de escuela a los 21 años, un período en que más que maestro fue alumno.
La vida lo ha premiado con cargos importantes como cuando fue miembro fundador
de la Asociación de Productores de Ciclo Corto (APROCICO). En ese período
acompañó en muchas delegaciones investigativas y de comercio a los miembros del
gremio a países como los Estados Unidos, Israel entre otros. Su labor
filantrópica estuvo ligada al Club Rotary de Quevedo, donde sirvió por más de
15 años.
Hoy don Eduardo Ubilla, considera que ha vivido con gran dinámica y
amor sus casi nueve décadas. Hoy alejado de las labores administrativas y
operativas del Grupo, está dedicado amar con sublimidad a sus esposa e hijas
con las que comparte la dicha de haber logrado cohesionar el trabajo, la
honestidad, la responsabilidad como el verdadero legado de su tránsito por la
vida.
