

Aranceles: la guerra comercial más dañina de la historia reciente
El pasado miércoles 2 de abril fue un día negro para el comercio
mundial, fue el día escogido por Donald Trump, mandatario de los EE.UU., para
anunciar su política de “Liberation Day Reciprocal Tariffs”.
Mediante esta decisión impone aranceles recíprocos del 10% a las importaciones
desde casi todos los países del mundo. Trump busca a toda costa proteger su
industria nacional, corregir desequilibrios comerciales históricos y presionar
a sus socios a renegociar condiciones más favorables.
Tan pronto fueron
anunciadas la tabla de tarifas estas causaron conmoción en los mercados
internacionales reflejándose la angustia de los inversores en el desplome de
sus acciones en todas las bolsas del mundo. Lidiar con una nueva política
arancelaria con enfoque ego centrista y nacionalista no será fácil
especialmente con un mandatario que al parecer conoce el poder de negociación
del miedo que infligen los aranceles en los mercados.
Trump ya había
adelantado desde su campaña que esta vez iría por más en el capítulo de los
aranceles y un primer conato de medición de fuerzas adelantó que impondría
aranceles del 25% a Canadá y México. En este primer momento también dijo que
impondría a China aranceles del 20%, pero que se reservaba una decisión más
amplia para con todos los países que en su opinión han abusado de la
generosidad comercial de los Estados Unidos, en algunos casos imponiendo
aranceles altos a los productos estadounidense provocando un déficit comercial
que ahora busca corregir.
Sin embargo de esta
situación que pone en riesgo todo el entramado de leyes comerciales sustentados
en sendos acuerdos comerciales de TLC, ha dicho que los aranceles son
negociables pero que exigirá que le den a cambio algo “fenomenal”. Trump ha
dado a entender que su formula de calcular los aranceles no está escrita en
piedra y que son revisables. Lo que si ha dejado claro mientras viajaba el
jueves a bordo del Air Force One camino de Miami (Florida) donde tendrá un fin
de semana prolongado, es que los aranceles son su arma de poder de negociación
y que la experiencia de ponerlos en vigencia a partir de la próxima semana le
causa una profunda emoción.
“Todos los países
nos llaman. Esa es la belleza de lo que hacemos. Nos hemos puesto en el asiento
del conductor. Si les hubiéramos pedido a estos países que nos hicieran un
favor, habrían dicho que no. Ahora harán cualquier cosa por nosotros”, aseguró
a los periodistas a bordo del avión presidencial.
Desde el 5 de
abril: entra en vigor un arancel base del 10% para todos. Desde el 9 de abril:
Se aplican aranceles aún más altos para países como China (34%), UE (20%),
India (26%), Japón (24%). Países como Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Brasil y
Canadá quedaron con el 10% – sin excepciones, ni aunque tengan TLC.
Aparte de la
conmoción global de los mercados y la caída en picada en dominó de las bolsas
garantes del comercio mundial de las acciones de las principales empresas de
tecnologías, servicios financieros y otros, los ministros de comercio exterior,
cancilleres y diplomáticos se están moviendo como si el mundo fuera una gran
gusanera tratando de buscar sentido a la alarma que ha prendido Trump, con los
aranceles y muy especialmente pensando con sus equipos de negociación que dar a
cambio que no comprometa ni la soberanía ni la dignidad de sus naciones.
Ecuador que al
igual que la gran mayoría le tocará pagar un arancel del 10% considera que sus
principales productos: camarón, banano, atún, plátano, cacao y café estarán en
iguales condiciones que muchos de los países competidores y en algunos casos
mantendrá una ventaja competitiva porque estos tendrán que enfrentar tarifas
aún más elevadas.
Cabe destacar que
si bien los EE.UU., esta imponiendo una tarifa base del 10% a la mayoría de los
países gracias a ciertas excepciones los consumidores de los Estados Unidos no
se verán afectados. Según un análisis reciente de Fruit & Vegetable Facts, el
tomate es la hortaliza más importada, siendo Canadá y México los principales
proveedores. Los pimientos y los pepinos ocupan el segundo y tercer lugar. El
volumen de frutas frescas importadas duplica aproximadamente el de hortalizas
frescas importadas, siendo la banana la categoría más importante. Otros
productos de gran importación son las piñas, las uvas, los melones, los
limones, los arándanos y los mangos.
Los anuncios del
miércoles no suponen ningún cambio para México y Canadá, dos de los socios
comerciales más cercanos de Estados Unidos. Los bienes contemplados en el
Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), entre los que se
incluyen cultivos especializados, no están sujetos a estos aranceles
adicionales. "IFPA valora la decisión de la administración de permitir que
continúe el comercio de frutas, hortalizas y flores incluidos en el Tratado
entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC)", declara Cathy Burns, CEO
de IFPA, en un comunicado.
Sin embargo, los
productos exportados desde países no pertenecientes al continente
norteamericano tendrán que hacer frente a un arancel mínimo del 10%. Para la
Unión Europea y el Reino Unido se aplicará un 20% y un 10% respectivamente. A
los productos procedentes de China se les añadirá un 34%, además del 20% ya
existente, con lo que el gravamen total ascenderá al 54%.
Claramente el uso
del garrote de los aranceles aplicado a todos los países y en especial aquellos
que tienen la animadversión del nuevo inquilino de la Casa Blanca, por razones
justificadas e injustificadas es un golpe bajo al establishment de los mercados,
muchos de ellos basados en el liberalidad del comercio gracias a los TLC, que
han tomado años establecer y que por ahora estarían siendo letra muerta bajo la
tutela del gobierno de Trump.
¿PERO QUE HAY DETRÁS DE LA DECISIÓN DESESPERADA DE LA TABLA DE ARANCELES?
El tema de los
aranceles ha despertado una serie de especulaciones respecto a las reales
razones y motivos por los que Trump, ha decidido imponer los aranceles y patear
el tablero del comercio exterior tal cual lo conocíamos hasta antes del pasado
2 de abril.
Una de estas razones
es la gran deuda que tiene el Tío Sam y que necesita bajarla a través de la
imposición de los aranceles depreciando los papeles de bonos del Tesoro
americano, que ahora costarán mucho menos por lo que la rebaja de los intereses
será sustancial pudiendo canjearlos. Sin embargo esto es solo una hipotesis. La
realidad que los aranceles expeditados por el gobierno norteamericano tocan la
vena sensible de todo el comercio mundial y por eso tienen la figura de
Tsunami, en la economía de todos los países. Algunos de ellos como el caso de
México, Canadá China y Europa las grandes olas golpearan con dureza sus
mercados, en especial lo que tiene que ver con cobre, circuitos integrados,
madera y derivados, semiconductores, fármacos y componentes de vehícuos.
Los efectos de la guerra comercial de los aranceles se sentirá con mucha fuerza en los productos agrícolas, especialmente en la oferta hortofrutícola de los países. Se teme que esto produzca una gran recesión en los próximos días y una inflación que afectará los precios de los productos. Algunos analistas consideran que le costará la aventura de los aranceles de Trump a los consumidores norteamericanos aproximadamente $3.500,00 anuales.
ECUADOR ANTE LA DISYUNTIVA DE ARANCELES DISRUPTIVOS
A Ecuador Trump, le
ha aplicado la tarifa global del 10% de aranceles, algo parecido que a la
mayoría de los países de la región que más o menos tienen la misma oferta que
la nuestra. José Antonio Camposano, presidente del Directorio de Cordex,
considera que el arancel base aplicado al país podría haber sido superior sin
no se hubieran hechos las gestiones que se han hecho a nivel publico – privado,
de allí que resalto la importancia de trabajar muy de la mano con el sector
oficial del gobierno.
En productos como
el camarón asegura Camposano, nuestros competidores han sido castigados con un
arancel mucho más alto, lo que pudiera darnos algunas ventajas competitivas lo
cual también dijo, es muy pronto darlo por sentado.
Hay que recordar
que Trump ha dejado abierta la posibilidad de renogociar estas tarifas de
manera individual si es que le prometen dar algo “fenomenal”, lo cual podría
ser interpretado algo así como un deso oculto como acceso privilegiado a un
espacio territorial, explotación de tierras raras. Cada país deberá coludir lo
“fenomenal”.